Una muy buena forma de vivir la vida es afrontarla con optimismo, siempre es importante tener una buena actitud ante la vida y ante los problemas que ella nos pueda proponer a lo largo de nuestra vida, pero es muy importante afrontar los problemas con un optimismo lógico y centrado, los híper optimistas tampoco son felices ya que siempre creen que todo puede ir muy bien y sus expectativas siempre están más altas que la realidad y eso hace que las desilusiones sean más grandes.
Hay que ser optimista pero con los pies en la tierra y también saber que el optimismo es una filosofía de vida, no un guión de la vida misma, y por tanto es muy posible que algo no salga como nosotros esperamos o sentimos pero no por ello nos debe de caer el optimismo, sino al contrario, es importante seguir pensando que todo puede mejor cuando menos te lo esperas, ya que es una de las mayores verdades de la tierra, todo puede cambiar en tan solo un minuto y lo que antes era perfecto puede que no lo sea tanto ahora y lo que antes era un desastre puedes empezar a verle puntos buenos y positivos que son con los que te tienes que quedar para seguir afrontando los siguientes problemas.
Además siempre tienes que claro que si uno mismo no se auto motiva y se apoya, ningún apoyo del exterior podrá animarte y no será la misma motivación que si nosotros mismos estamos convencidos de que podemos cambiar la situación y mejorarla.