Glili
La fiesta de los toros es algo tan usual en España que muchos desconocemos el origen y sentido de la fiesta española por antonomasia.
Al parecer la tradición comenzó en las ferias de ganado que se organizaban anualmente en los pueblos: el potendado local solía comprar un toro bravo y lo encerraba en un corral para alancearlo demostrando así su poderío económico y moral sobre sus paisanos.
Para que todo saliera bien, varios hombres tenían la tarea de capear al toro con tan sólo un pedazo de tela de modo que el aristócrata, montado a caballo, pudiera realizar su tarea lo más fácil y cómodamente posible. Con el tiempo, estos capeadores empezaron a disfrutar de su labor, enriqueciéndola y añadiéndole emoción para demostrar sus habilidades y valentía. Habían nacido los toreros.
Al final, lograron atraer la atención del público más que el señor a caballo, sembrando también la semilla de lo que más tarde se convertiría en el arte de la tauromaquia en su evolución hasta el día de hoy.
Y tan importante para el toreo es el hombre como el toro. Conocerlo y cuidarlo ha sido tarea de los grandes ganaderos de nuestro país, puntales imprescindibles de la fiesta que han contribuido a ella creando una especie de animal bravo, fuerte y noble.
Ahora es posible acercarse a los entresijos de estas grandes ganadería a través de lo que se ha dado en llamar taurismo, una modalidad turística que aúna el turismo y el mundo taurino de modo que se pueda conocer de primera mano como es el día a día en una explotación ganadera.
El taurismo suele incluir viajes por la dehesa para disfrutar del entorno natural del toro de lidia, asistencia a las tareas más importantes que se suelen llevar a cabo con los animales, tentaderos, herraderos y, como no podía ser de otro modo, catas gastronómicas de productos relacionados con el toro, la fiesta y la región donde se halle la ganadería instalada.
También pueden ofrecer visitas a lugares especiales o incluso museos de objetos relacionados con la familia de ganaderos y sus animales más conocidos por haber sido toreados por los grandes maestros.
