Superación personal: pautas que de seguro te servirán

La superación personal implica pasar de cierto estado a uno mejor, más avanzado y superior en nuestra escala de prioridades. Así, superarnos, exige de nosotros más de alguna cuota de sudor, de sacrificio y de entrega a nuestros propósitos. Y aunque el talento es parte del esquema, el trabajo es lo que finalmente hará que nos superemos personalmente y alcancemos aquella meta que nos hemos propuesto.

Superación personal

Para esto, si bien el consejo básico es trabajar y trabajar, existen ciertas pautas que te ayudarán a conseguir esos objetivos y, de esta manera, transformarte en aquella persona exitosa que siempre quisiste ser:

• Establecer claramente nuestras prioridades: ¿qué es lo importante y qué lo urgente en tu vida? Considera aquí aquellas cosas realmente valiosas y que merecen la pena tu sacrificio. Lo demás, si bien deberá cumplirse, no entra en el plano de tus prioridades.
• Planificación: una vez hayas resuelto lo anterior, es hora de planificar diariamente tus actividades, entregándole un valor extra a lo que estimes prioritario para ti. Quizás sea complicado al principio ceñirte a una planificación estricta, especialmente cuando tú seas quien haga esta planificación (el ser humano suele seguir mejor las instrucciones del resto que las que se impone uno mismo), pero recuerda que el 100% de las personas exitosas llevan cuidadosamente una agenda diaria que encuadre su conducta.
• Disciplina: es imposible alcanzar el éxito si detrás de cada acto no hay disciplina. No se trata de vestirnos ordenadamente ni de aplicar normas militares en nuestra vida, sino de realizar correctamente todo aquello que nos llevará a conseguir las metas propuestas. El éxito no es una imposición sino una elección y sólo tú sabrás si eso es lo que quieres para ti.
• Aliméntate bien: el combustible del ser humano es la comida. Probablemente te hayas propuesto realizar numerosas tareas que terminan ocupando casi todo tu tiempo y no hay mucho espacio para alimentarte pero, como escribió el poeta alemán Bertolt Brecht, “comer primero, luego la moral”
• No pierdas de vista tus objetivos: si te sientes cansado, si estás a punto de dejar todo botado y olvidarte por completo de toda aquella planificación que has hecho, recuerda siempre el para qué haces lo que haces. Ninguna receta del éxito dice que el esfuerzo no es un ingrediente y, como sabes, el triunfo tiene un 99% de trabajo y un 1% de talento.

Y, sobre todo, proyéctate en el futuro sintiéndote en el presente. No hay nada más sano que vivir el día a día sabiendo que somos parte fundamental del engranaje del mundo y que, por insignificantes que sean nuestros actos, estamos dejando una huella en algún lugar. Tú elijes si esa huella será grande o si se borrará en poco tiempo.